Esa muñeca/muñeco inflable, que te acompañó días y noches sin jamás poner mala cara o quejarse por la depilación o tener que updatear su perfil de facebook ¿merece pasar a la basura en una bolsa dentro de otra, amarrada de mala manera y a la rápida? Seguro que no, especialmente si puede ser tu nueva chaqueta.
Lo ví en Fleshbot.