Por favor no me dejes

robot-300x267
Los Investigadores en el Toshiba’s Akimu Robotic Research Institute estaban maravillados con Kenji, el robot humanoide de tercera generación, que era capaz de emular sentimientos humanos y mostrar, por fin, amor.

Inicialemente, estábamos impactados al ver un trozo de nuestra alma salir de eso que llamábamos “máquina”. Era uno de los pasos finales en los fundamentos de la singularidad.

Kenji era parte de un experimento con varios robots equipados con software diseñado para reaccionar emocionalmente a estímulos externos. Durante la investigación, Kenji se había encariñado con una muñeca, a la que abrazaba por horas y por la que preguntaba cuando no veía.
El problema empezó cuando una investigadora joven empezó a pasar varias horas al día con él, testeando y cargando nuevas rutinas de software. Una tarde, cuando ella debía irse, Kenji no lo permitió, bloqueando la entrada y abrazándola. Sólo puedo soltarse cuando, en pánico, llamó a dos colegas que desactivaron a Kenji.

Pese a nuestro entusiasmo inicial, se ve claro que los impulsos de Kenji no son completamente racionales o genuinos, dijo el Dr. Takahashi, pero sólo es un pequeño escollo. Tengo completa fe en que vamos a poder vivir con robots y, eventualmente, amar y ser amados por ellos.

Te lo juro por Blade Runner.

visto aquí, vía