Cuando se clama por un porno posthumano, bueno, a veces se puede ser oído. Aunque esta vez juro que mi imaginación ha sido superada, al menos en lo que a mezclar látex y furry se refiere. Creo poder identificar al menos cuatro fetiches en esta imagen, pero probablemente no llegue a la mitad.
Para quienes tengan más afinidad con poodles también existen opciones. O suculentas vaquitas. Visto en Dangerous Minds