Bases neuronales comunes entre amor y deseo y, claro, pornstars

Leo un paper, tal vez lo hojeo (debiera decir ojeo, dado el formato) acerca de las bases neuronales comunes entre amor y deseo. Muy en breve, quién tiene tiempo para más, el estudio dice que el amor y el deseo, si bien son cosas neuronalmente distintas, que activan distintas partes del cerebro, comparten sin embargo áreas comunes. El amor se construiría (esa es la palabra que usan) sobre otras áreas relacionadas con emociones, placer, gratificación y hábitos, entre otras. En relación al deseo, el amor compartiría con éste la activación de la ínsula, sugiriendo que el amor sería una representación abstracta de ese deseo. La repetición del deseo (no exclusivamente, otras gratificaciones califican) satisfecho, su recuerdo, se convertiría en amor. Una repetición de deseos de corto plazo originarían un estado de intenso deseo de unión con otra persona.

Aunque el amor pueda aparecer banalizado siguiendo este estudio, el deseo no sería aquella cosa ciega sino algo tuerto que considera respuestas e intenciones de lo deseado. Más específico y localizado, sin embargo que el amor, que tendría habilidades más complejas, abstractas y flexibles. El amor estaría relacionado con la repetición de descargas de dopamina, activadas por deseo o aquello que la pueda suscitar (no es lo que el artículo dice, pero el apego con parejas dañinas podría explicarse por ahí).

Muy intersante todo. Pero… y el porno? Ya vamos: si el deseo repetido y gratificado genera amor, no sería arrojadizo decir que aquello que se siente ante la vista de alguna pornostar preferida es, precisamente, amor. Un ejemplo al azar: Belladonna. Luego de verla tantas veces, siempre maravillosa y tan generosa con sus talentos, se hace difícil el no amarla. Esa sonrisa, su diastema, la alegría con la que encaja cualquier cosa, su creatividad… cómo no va a ser adorable? Y cómo resistirse a creer que sí, que sí tenemos algo que sería evidente si nos conociésemos? Pero, me parece, no soy la única que piensa eso. Bueno, a Bobbi Starr también, y claro a Jiz Lee y Kimberly Kane o James Deen.

Las estrellas del porno lo saben también y se portan como nuestras novias: nos cuentan de sus vidas, piden regalos, responden preguntas. Están ahí, dicen, atentas.

[La maravilla de la imagen es Kimberly Kane]
Ref.
Cacioppo, S., F. Bianchi-Demicheli, C. Frum, J. G Pfaus, and J. W Lewis. “The Common Neural Bases Between Sexual Desire and Love: A Multilevel Kernel Density fMRI Analysis.” The Journal of Sexual Medicine (2012).