Gatúbela lo dice claro: no pretendamos que este es un final feliz. Y es que aunque una granja con gatos y murciélagos pudiera sonar interesante, los finales felices son por definición una mentira.
El resto continúa aquí. Y es el fin.
Gatúbela lo dice claro: no pretendamos que este es un final feliz. Y es que aunque una granja con gatos y murciélagos pudiera sonar interesante, los finales felices son por definición una mentira.
El resto continúa aquí. Y es el fin.