Esta performance, May the Horse live in Me, del colectivo Art Orienté Objet, ganó en Ars Electronica de este año. En ella, aparte de usar estas maravillosas prótesis que me tienen totalmente verde de envidia, el non plus ultra del shoe porn, Marion Laval-Jeantet era inyectada con sangre de caballo, como parte del proceso de hibridización humano/animal. El chiste del título sólo funciona en chileno, pero si se le quiere entender, favor remitirse a Lukas: Bestiario del Reyno de Chile, maravilloso libro también descargable (pdf).