En este libro se discute por qué el porno es objeto de tantos ataques relacionados con el peligro de las expectativas, de creer que eso que con tanta habilidad hace esa señorita o caballero o wtf, se puede encontrar a la vuelta de la esquina. No, no exactamente. La mayoría de los ataques tiene que ver con el trato violento hacia las mujeres y la facilidad divina que tienen ellas de tener orgasmos a la menor provocación (aunque digamos, el orgasmo de las mujeres no tiene ninguna relevancia en el porno por a.lo poco cinematográfico b.lo fácil de fingir c.y el egoísta público objetivo, y ha dado pie a un género específico como es el squirting que se sustenta sólo en su visibilidad), y todo eso. Bueno, en el libro, cómo iba diciendo, se preguntan: ¿por qué el porno se ataca por su falta de realidad y lo peligroso de las expectativas que genera y -atención- las novelas rosa no? ¿Las novelas rosa? ¿Pero qué malo podría haber en ellas, con galanes tan musculosos como sensibles e interesados en una? ¿Ah? ¿Acaso esos hombres que ante la pregunta “en qué estás pensando” responden “en ti, mi amor, y en lo mucho que nuestro amor crece día a día” son un mal ejemplo? Habría que agregar a la lista de obras generadoras de expectativas peligrosas a la literatura en su totalidad y todas las películas que no sean de terror. Qué daño, por Dios, qué tiempo perdido. Debería haber algún tipo de parental advisory en los cines y librerías, como mínimo.
Esto lo comentan aquí y lo vi gracias a menéame.
No puedo dejar de recordar aquí el excelente capítulo de rosa de sanatorio en el que se habla de algo similar pero mil veces mejor dicho
Me parece muy diver y pendular la escision de ambos polos, la porno machista y las noveletas feministas. Me cuesta definir cual es más irreal y cual hace más daño.
Por suerte estan saliendo mas pornos con guion y “amor”.