En Boinkology se preguntan acerca de la conveniencia de exhibir la vida sentimental (citas, relaciones más o menos abiertas, rompimientos, noviazgos, etc) en red, gracias a esas lindas aplicaciones como facebook o twitter, que permiten saberlo todo de primera fuente, y sin necesidad ninguna de coacción. Volviendo a ese tema tan querido por aquí, el de la vida privada, y cada día más retro, ya se han hecho notar varios casos de mártires del tema. Una pareja amateur, que ya entraba en la categoría proamateur, grabó su último video con ropa y hablando a la cámara de por qué ya no seguirían con los despachos, la mediática emily gould y los costos de exhibir la vida privada, y bueno, nada que no haya descubierto tempranamente Washingtonienne. Y, de nuevo, la privacidad parece ser la moneda de cambio en la esfera pública, ahí donde están todos, y no aparecer es no existir, etc, y que seguirán habiendo caídos y consecuencias hasta que se aprenda a lidiar con este juguete nuevo.