de la (tras)vida secreta de los objetos

hotdoll222.gif
Los juguetes sexuales serán, con alta probabilidad, profusamente intercambiados esta navidad. Celebrados y recibidos con cada vez más publicidad, tal vez nadie piense en qué pasará a su muerte. Porque sí, lamento decirlo, mueren. Como todo, casi, pero en la época del deseo/obsolescencia incesante, digamos, su vida será probablemente breve. Excepto, tal vez, el de Victoria Beckham, que dicen valía 1.8 millones de dólares. Puede que pueda heredarlo y alguna nuera lo funda y haga con él lindos anillos. Puede. Pero para el resto de los mortales sus juguetes serán, me disculpo nuevamente, mortales. Y no sólo eso: basura muchos años, tal vez miles, antes de ser polvo. O alguna sustancia metanosa. Posibilidades? existe la iniciativa del Cementerio de Juguetes Sexuales. Una (pen)última morada digna para un servidor fiel. Otra alternativa más ecofriendly es la LoveHoney Rabbit Amnesty, entrega tu juguete viejo y compra otro a mitad de precio. Antes del guácatela, muestran cómo es el proceso. Por las dudas. También puede hacerse de manera más altruista, pensando en un placer sustentable. Ámate a ti mismo, ama al planeta, es la divisa. Lo importante, también, es que nunca sean cosas que tus herederos tengan que repartirse. Porque eso sí­ qué asco, no?

visto en Fleshbot