Todavía no me fustigo suficiente por haberme demorado tanto en conocer a Belladonna, y ya se merecerá una entrada aparte en atención a su encanto, ricura, calentura y buen humor. Además, claro, de lo extenso de sus límites, en más de un sentido, que tan famosa la han hecho. Pero aquíestamos para algo completamente diferente: la de la foto es Belladonna durante su proceso de clonación. No. Durante el proceso de convertirse en muñeca de látex. Casi.