Los teledildonics pueden ser un negocio emergente en permanente emergencia, pero quién ha pensado, acaso, en los juguetes sexuales en el momento de la gran crisis energética, cuando las pilas se transen en el mercado negro, ah? Bueno. Alguien sí lo ha hecho, a Dios gracias. Su mesiánico nombre es nada menos que Pericles Gabrielidis y es el autor de este invento que, quién sabe, tal vez sea nuestra última esperanza.