Un libro recoge imágenes de prostitutas capturadas vía Google Street View por Txema Salvans. Esto que suena tan cool tiene, al menos, un par de problemas. Uno: qué las identifica como prostitutas? Bueno, que están solas, como esperando algo, y no visten demasiada ropa, conducta censurable y sospechosa en culaquier mujer. Dos: en el caso que la presunción fuese cierta, les quita eso derechos sobre su imagen/les da derechos a otro para explotarla? Lo que es innegable es el morbo que la vigilancia despierta, cosa de que al autor de este libro por cierto no puede culparse. Kracauer dice, a propósito del chorus line, que se tiende a buscar diversión bajo el modelo de trabajo (en ese caso, la línea de ensamblaje Fordista). La diversión actual, entonces, involucra la conciencia de ser vigilados, estar en observación/exposición permanente.
[visto en Gizmodo]