otros tiempos

Puede ser algo temprano para alegrarse, pero la detención de la familia Pinochet me produce una alegría indisimulable. No sé en qué momento la humanidad interiorizó de tal manera la noción de justicia que se puede sentir bienestar de una medida abstracta, pero bueno. Aunque estos últimos años las satisfacciones no han venido exactamente de la justicia sino de esa sensación de tragedia que esa familia trae: traiciones entre hermanos, desconfianzas, bandos, mezquindades. A la pelí­cula que me recuerda, claramente, es a El Padrino, y Marco Antonio sería Michael, el más inteligente y aparentemente desapasionado de los hijos, Augusto, el mayor, Fredo, sin dudas. Es el único que no entiende la inconveniencia de gastarse la herencia y que ha tratado de conseguir dinero de varias maneras no muy bonitas. Lucía parece ser Sonny, la de temperamento más impulsivo (y la más fea, en esto no se parece) y Jacqueline sería Connie, con varios matrimonios a su haber y la regalona de su padre. De la otra hermana, verónica, nada sé excepto que también está detenida. Así­ que, como decían de la gente que moría durante Pinochet, algo habrá hecho. La señora Lucía es un tema aparte. Es probablemente quien le dio una estética a la dictadura. Abrigos de piel y artesaní­a repujada en cobre. Y jugando un rol azuzador y cruel en una relativa sombra. Que al menos tiemble.