Cuando la experiencia sensual más corriente es con la pantalla del teléfono, el vínculo más cercano en red, la peor amenaza es biológica y la privacidad un arcaismo, no tiene nada de ilógico que no haya acto de amor mayor que darte mi password.
La imagen está tomada de LifeSharing, de los brillantes 0100101110101101.ORG